Abogo por el valor de la vida desmaquillada
de la autenticidad suicida y de los riesgos de alejarse del rebaño
Abogo por los besos prohibidos y las noches en vela
por el valor de saberse humano hasta el túetano y dolerse de la vida al cubo
Abogo por la existencia plena y las borracheras cuando duele el alma
por la exaltación desmedida de las emociones y por que las emociones no tengan medida
Abogo por el valor ciego a ser uno mismo y a no poner etiquetas ni dejarse etiquetar
a reír como un loco cuando las entrañas lo piden y a llorar hasta vaciarse cuando sea necesario
Abogo por los ojos sin vendas y las manos sin cadenas
por el amor desmesurado y la tristeza pestilente
por las almas despiertas y los cerebros activados
por las vidas densas y los ojos llorosos de tanto mirar al mundo
Creo que en definitiva abogo por la exaltación de la condición de ser humano
domingo, 20 de febrero de 2011
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