EL MUNDO

"El mundo es eso -reveló-. Un montón de gente, un mar de fueguitos. Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás. No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende". E. Galeano

domingo, 18 de julio de 2010

APRENDIENDO...

Me contagié de vuestra alegría, de vuestros porqués.
Me contagié de vuestras ansias de jugar y de querer.
Me enseñasteis lo que había olvidado.
Descubrí con vosotros que ver nevar, granizar o salir el sol también puede ser un milagro
Ahora sé que lo más valioso del mundo pueden ser las ceras de colores de un amigo
Que la ropa de marca y las zapatillas caras de nada sirven cuando no quieren jugar contigo
Me habéis enseñado que abrazar no da vergüenza y decir 'te quiero' no es nada extraño
Que motivos muy serios para enfadarse son no poder dormir la siesta o que te haya quitado el borra tu hermano
Sé que elegir al delegado es un asunto tanto o más crucial que elegir al presidente del gobierno
Que las decisiones sobre el Estatut no son ni de lejos tan complicadas como decidir con quién me siento
Entiendo que por más vueltas que se le dé no tiene ningún sentido que existan las guerras ni las armas
Que la única explicación para que no desaparezca la pobreza es que los mayores no tienen muchas ganas
Que la gente se muere y se va al cielo porque si no en la Tierra no habría sitio para tantos
Que es absurdo trabajar mil horas para ganar más y más dinero si no tienes tiempo para gastarlo
Que aparte de en la piel y en los ojos los negros, los blancos y los chinos no se diferencian en nada
Que no hace falta irse al Caribe, porque el verdadero paraíso es tener una piscina en casa
Que no poder comprarse ese coche tan caro realmente no es algo tan importante
Porque no hay como montar en tren y mirar por la ventana como pasan las casas y los árboles
Es cierto que parece que al llegar a cierta edad es obligatorio ser más bien serio y sonreír poco
Y ya no se puede cantar en alto, ni saltar, ni dar vueltas, ni reír a carcajadas porque si no te llaman loco
Que los mayores se complican demasiado la vida con cosas que realmente no importan
Por eso yo hoy me quedo con vosotros aún a riesgo de que me llamen loca

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